Ir al inicio  Ir a "Reseñas"


Sirena Selena vestida de pena

Por Olivia Villalpando

Mayra Santos-Febres, Sirena Selena vestida de pena (Literatura Mondadori, 113), Barcelona, Mondadori, 2000.

Sirena Selena vestida de pena es la primera novela de Mayra Santos-Febres, joven escritora puertorriqueña que ha incursionado con muy buena fortuna en distintos géneros literarios. En 1989 se da a conocer con su poemario El orden escapado, ganador del premio Evaristo Rivera Chevremont por la Revista Tríptico. En 1991 El Nuevo Día, periódico puertorriqueño, considera que su poemario Amanú y Manigua se encuentra entre los 10 mejores libros del año publicados en Puerto Rico. Pez de vidrio, colección de cuentos, gana en 1994 el certamen Letras de Oro. En 1996 “Oso blanco”, que forma parte de su segunda colección de cuentos El cuerpo correcto, gana el premio Juan Rulfo, otorgado por Radio Internationale de París.

Su trabajo ensayístico es tan basto como su labor poética y narrativa; sin embargo, ha publicado también numerosos artículos en distintas revistas nacionales e internacionales. En 1997 presenta Mal(h)ab(l)ar. Antología de nueva literatura puertorriqueña, en la que participa como poeta y narradora y ofrece su aportación crítica como compiladora y prologista. Además, Mayra Santos se desempeña como profesora de literatura hispanoamericana en la Universidad de Puerto Rico.

No es gratuito que el lector perciba evocaciones musicales, porque esta novela, Sirena Selena vestida de pena, es musical en varios sentidos: el título, mediante la rima y la repetición de sonidos, anticipa un poco esa musicalidad; el protagonista, un adolescente gay, cuenta, entre otras cualidades, con una voz privilegiada, capaz de cautivar al más duro; por último, aunque no menos importante, es el uso del lenguaje, que sirve de vehículo para adentrarnos en el corazón de dos sociedades antillanas -Puerto Rico y República Dominicana-, en las que la música y el ritmo son parte indispensable de su idiosincrasia.

Mayra Santos a través de su narrativa teje paralelamente dos historias que en distintos momentos parecen tocarse finamente y que, sin embargo, no llegan a entrelazarse sino en la mente del lector, que puede unirlas en un futuro hipotético. La primera es la historia de la Sirena, adolescente con una voz encantadora, a la que Martha Divine -vieja travesti- descubre en un bar en Puerto Rico como una verdadera mina de oro: “Ahora iban juntas a la República Dominicana en plan de negocios. Martha le había enseñado a ahorrar. Martha le había ensañado adónde ir por bases y pelucas bien baratas. Martha le había quitado el vicio de la coca que le tenía los tabiques perforados y sangrantes” (p. 10). La historia paralela es la de Leocadio, un niño dominicano que se sabe diferente a los demás, dueño de una sensibilidad distinta y también de un encanto extraño que llama la atención del sexo masculino: “Leocadio caminó hacia aquella aparición con una curiosidad que no podía disimular. Era un muchacho, un muchacho que parecía una nena, igual que él, igual que su hermana” (p. 57). En su conjunto, estas dos historias podrían ser el pasado y presente de un mismo personaje, pues Leocadio resulta ser como un travesti en potencia, y Sirena en su mayor esplendor.

Esta novela presenta un mundo ambiguo en varios sentidos, ya que alrededor de Sirena y Leocadio hay personajes igualmente ambiguos, con la única diferencia de que esa ambiguedad no resulta en ellos tan evidente. Sirena se maquilla, se viste, se esconde, pero en el fondo su disfraz muestra la sensibilidad que lleva dentro. En cambio, otros personajes, como Stan o Hugo -ambos hombres de negocios en República Dominicana-, quisieran mostrar su verdadero ser, pero como no son capaces, se escudan en una apariencia que no les corresponde: “Hugo se lleva a Sirena a un lugar más escondido [...], le baja la cremallera del vestido [...], le desliza una mano por la espalda [...], le va quitando el traje, lo deja que caiga sobre la grama” (p. 219). Leocadio admira a Migueles, compañero suyo. Cuando baila con él, se pregunta: “¿quién es el hombre, la mujer? A veces se puede ser ambas sin tener que dejar de ser lo uno ni lo otro” (p. 258).

¿Hombres de sentir y aspecto femeninos? ¿Mujeres con un cuerpo equivocado? La novela de Mayra Santos sugiere éstas y otras incógnitas; no obstante, no pretende resolverlas, sino hacerlas patentes, abordar un mundo con frecuencia extraño, ajeno, pero que en el fondo está más cerca de lo que imaginamos. ¿ Y cómo abordar un tema tan delicado como el de la ambigüedad sexual de manera afortunada, sin herir susceptibilidades? Mayra Santos lo hace acertadamente a través del humor, característica que parece vincularla con la narrativa caribeña actual.

Ahora bien, es difícil determinar su papel en el marco específico de la narrativa puertorriqueña actual, porque se ha convertido en juez y parte de su generación (jóvenes que comenzaron a publicar alrededor de los años 90). Su antología Mal(h)ab(l)ar incluye un prólogo en el que plasma sus primeras opiniones acerca de la generación de escritores puertorriqueños a la que ella misma pertenece. Entre las características que señala como comunes de una parte de su generación se encuentran “la ausencia casi total de referentes geográficos y lingüísticos en mucha de la literatura boricua” (a diferencia de la generación anterior, en que la que predominó un lenguaje popular), la descripción de ambientes oníricos, la abundancia de espacios urbanos y la “no representatividad de los personajes narrativos”. Con todo, la lectura de la novela de Mayra Santos revela la presencia no sólo de las características que la vinculan con su propia generación, sino además aquéllas que la acercan a la generación precedente, pues emplea también lenguaje popular y referentes geográficos y lingüísticos. Esto evidencia la difícil tarea de hacer crítica de la generación a la que se pertenece. Así, Mayra Santos es digna representante de la mejor literatura caribeña actual y heredera de una rica tradición literaria.


Olivia Villalpando Figueroa nació en 1972. Es licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM.


RELiM
http://www.relim.com
relim@lapalabra.com