Revista Electrónica de Literatura Mexicana
Número uno. Octubre-diciembre de 1998
Sección: Poesía en claroscuro

Engendros rurales

I

Por María Leticia López Serratos

A Don Herminio, el labrador que me enseñó a soñar
A Tito, por creer en lo que escribo

Sol negro con lunares de maíz
el comal,
humeante desesperanza tiende sus brazos
al cielo...
parece querer alcanzarlo.
Y en los surcos de la fertilidad
el labriego espera con hambre,
hambre de labriego,
herencia de las generaciones
viejas ahora.
¿Dónde están los muchachos?
Ora pa' navidá
vienen Jacinto, Pedro, Manuel;
el sueño está lejos,
el hambre aquí cerca.
Y la desesperanza tiende sus brazos.
Así, ellos
se encomiendan a Jesús
y la vieja Francisca
les da su bendición.

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