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Sentidos

Por Coravizak Escalante C.

Observo las constelaciones, infinitas fragancias de hálito nocturno. El cielo tapizado de biombos frescos que dejan huella al amanecer.

El retorno de la nostalgia se convierte en templanza, en luz; aurora silenciosa que entiende la vida.

Un suspiro profundo entretiene mi alma; tal vez la locura, ese espacio que se enmarca a través de la distancia-tiempo.

Despiertan los sueños que quedan atrapados en el abismo de oscuridad, de misterio.

Pasan y pasan los segundos, son tan rápidos como el sonido del mar.

Mis pasos despiden las últimas horas de existencia; comprendo que lo prohibido es posible con una sonrisa que revela burbujas cristalinas, siempre ansiosas de habitar en los labios.

Toco...

La soledad me acompaña, rocío de descanso, interno y exquisito. ¿Dónde quedará mi presencia?

¿En qué lugar se verá mi fantasma?

¿Quién me inmortalizará con sus recuerdos?

Respiro...

La tierra húmeda del corazón que muere. "Mi misión se cumple."

Escucho lejanos conciertos, instrumentos naturales que se han fundido en arcoiris.

Hablo... del océano y de la penumbra, nunca arropada, nunca escondida, siempre interesante a la magia de la agonía.

Se han agotado los sentidos, es hora de hallar el otro lado de la vida. Ha llegado el ángel que esperó veinte años en el ocaso, conozco el túnel deslumbrante, hay un camino de cempasúchil, otra guía que riega sobre mi espíritu agua de laurel.


Me suelen llamar Cora a secas, quizá porque el apodo que llevo por nombre es algo largo y, en algunas ocasiones, difícil de pronunciar, sobre todo para los que acabo de conocer. A veces creo que fue broma de mi madre, pero para broma fueron ya veintiún años. Me he ido acostumbrando y ya no me cuesta presentarme: soy Coravizak Betzabé Escalante Covarrubias. Estudio en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), plantel Sur. Mi sueño, desde pequeña, ha sido escribir sobre el silencio para convertirlo en melodías. Me falta mucho por conocer, por aprender. Sé que con el tiempo iré mejorando. Estoy feliz por tener la facilidad de transmitirle a la gente mis sentimientos y mis secretos, que descubrirán cuando la tranquilidad del incienso llegue a nuestras manos.

RELiM
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