Hermes, el mensajero de los dioses, puente entre éstos y los mortales, es el primero en hacer posible la traducción. Es una alegoría que plantea la diferencia entre el verbo como canto y la palabra como vínculo, como única herramienta humana dotada de inteligencia e intención para aproximarse en tiempo y espacio.
Ven a mirar como si mirases un prisma multicolor, viviendo cada reflejo, cada instante, cada trozo del todo resuelto en signos, desde la palabra madre que con alado vuelo no contrapone, sino concilia la poesía, el canto y toda propuesta literaria que, a través de la traducción, repite el milagro comprometido y lúdico de romper algunas cadenas, entre otras, las del idioma.
RELiM
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